MIÉRCOLES: Día de las Vocaciones Sacerdotales. Pídeme muchos jóvenes de almas fervorosas. Cuantas quieras, tantos vas a recibir, porque en el alma de muchos jóvenes vive el deseo, sólo que no encuentran quién les ayude a realizarlo. No seas acobardada. Por medio de las oraciones de vigilia puedes alcanzar también para ellos gracias abundantes. (1)
Hija Mía, ¡renuncia a ti misma!. Te pido esto con tanta insistencia porque sólo puedes participar en Mi obra redentora si totalmente, sin interrupción ninguna, vives unida a Mí en cada momento... Ofrece esto a Mi Padre en todo tiempo, sin interrupción ninguna, también por aquellos que Me han consagrado su vida y, sin embargo, viven más para el mundo que para Mi obra redentora. No piensan en su vocación. Haz penitencia por tus pecados y al mismo tiempo por ellos también. ¡Cómo quisiera lavarle de sus pecados! ¡Ojalá vinieran a Mí! No te ahorres ninguna fatiga, hijita Mía. (Nuestro Señor a Isabel Kindelmann en Marzo de 1962)
un sencillo "programa espiritual" donde cada día
debía tener presente unas particulares tareas.
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